miércoles, 12 de enero de 2011

BABIA

Yo tengo una amiga que tiene una hermana, que tiene un marido que se llama…: y ¡ahí está el problema! … no lo recuerdo. Yo se que es un nombre de mujer en principio, masculinizado y dado mi despiste y desmemoria cuando tengo que preguntar por él (y ya me ha pasado dos veces), poniéndome muy fina digo: ¿y Margarito, cómo está? (tiene más de 90 años) Y ahí viene el pitorreo, la risita y un buen corte para mí. Lo más seriecitos que pueden me dicen: “se llama CRISTINO”
En otra ocasión en una reunión de familia (lejana) me interesé por “el tío Tom” y se hizo un silencio glacial; el Sr., en cuestión, morenito y de hablar cubano se llamaba Claudio, ni más ni menos y lo de Tío Tom era una ironía familiar que yo no había captado.

Años atrás teníamos una amiga inglesa que se llamaba Connie y siempre al hablar la nombrábamos “Coni Puneti”. Un día vino a vernos la inglesita y afortunadamente, en cuanto se fue, mi madre dijo: “Hay que ver esta chica tan maja como puede tener un nombre tan horrible:¡Connie Puneti!”

Mi despiste me viene por herencia materna, me temo.
Quizá deba yo, como propósito de Año Nuevo, aprender de memoria un pedacito de listín de teléfonos, cada día, e intentar así fortalecer mi memoria y tratar de disipar un poco mi despiste.

1 comentario:

  1. hola angela
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    No te importe Angela que a mí me ocurre con las caras.
    A veces me ha ocurrido que en la salida del colegio, no hé reconocido a mi nieta.Y ello, porque se ha cortado el pelo o culquier otra variante.
    saludos

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, así es que gracias por vuestros comentarios amigos.