lunes, 30 de noviembre de 2009

NUEVAS EXPECTATIVAS

Para uno de mis cariños:
Tenía yo una amiga que decía que le horrorizaba el concepto: "mi mejor amiga". Presumía de tener varias mejores amigas. Yo, en cambio, tengo muchos "cariños".
Hoy pienso en uno de ellos muy, muy (dos veces) considerable. Releo un comentario que hizo a una de las bobaditas que escribo en el blog. Le ilusionaba, decía (aunque con otras palabras), tener ocasión de conocer gente nueva y de tener nuevos horizontes Buena ocasión: la vida es retorcidilla, pero por el sistema: "Dios escribe derecho con líneas torcidas" es capaz de obtener buenos resultados.
Lo que va disfrazado de desengaño, puede resultar un empezar con nuevas ilusiones y encima con más experiencia.
Yo ahora que mi inicio; sólo ¡me inicio! en la edad provecta, estoy contentísima de saber más que los ratones "coloraos" y es que con los años se aprende un montón y... es estupendo. La perspectiva de todo varía se disfruta más y se puede elegir mejor.
Si todo esto se suma a estar en plena flor de la vida y a tener mucho que ofrecer se puede esperar lo mejor de lo mejor, en todo.
Y si no, se aplica una táctica de mi padre: ¡Tú, hija mía (me solía decir), siempre: paso adelante y mala leche!

sábado, 28 de noviembre de 2009

MIOPÍA EMOCIONAL

Hay hombres/ hay mujeres especialistas en dejar pasar de largo, por su vida, lo mejor de lo mejor y a los mejores; siempre me he preguntado qué es lo que valoran algunas personas.
Alguien que nunca quiere parecer lo que no es, que valora la amistad, la colaboración en pareja (poniendo mucho en ello), alguien sincero hasta el punto de que nunca dice lo que no siente, a riesgo de parecer brusco o adusto, incluso. Esto es difícil de encontrar y debería ser apreciado.
Suelen ser personas que adoptan una postura y desprecian a los que no son de su exacta manera de pensar. Exhiben una especie de superioridad y etiquetan a los demás, sólo, su forma de vivir es la buena… pero le tienen a la vida tanto miedo como los demás, a pesar de su desenfado o quizás precisamente por ello.
Te deseo suerte y espero que, cuando se pase el marrón, veas que te has enriquecido moralmente y que no eres tú la que pierde. Tienes toda una vida, la tuya, por delante y mucha gente que te quiere y, sí, te valora.
Yo, por ejemplo.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

FUMAR O AGUANTAR, ESTE ES EL DILEMA

Es muy malo para la salud dicen… Me veo en la tesitura de ocuparme con frecuencia de mi hermana mayor que se cae con frecuencia. Cuando no se está cayendo aprovecha su tiempo, sin perder un minuto, para fumar… uno y otro sin parar. No se si es perjudicial para ella o si vive en un estado de acartonamiento interior que la protege. Su corazón está bien (17 años le dijeron, que parecía, en el último electro) y de pulmones no se como va porque procura, afanosamente, que no la acompañemos al médico. Sus toses la acompañan, ellas sí.

La verdad es que su propia salud no parece preocuparle, pero y la de los demás?
De vuelta a casa después de 15 días de estrecha convivencia constaté que mi olor a tabaco era marcado y molestísimo para mí y los que se me acercaban: ropa, pelo... estaba, ya, tan metida en el ambiente que no me daba ni cuenta. Protestaba mi irritada garganta, que acusó el mucho humo respirado.

Lo que si pude observar es que la columna de humo, me pusiese donde me pusiese, me perseguía con ahínco y se metía sin freno por mi nariz. Me veía a mí misma como el indio de los dibujos de Walt Disney: “Cara Nublada” que se paseaba con su nubecita lluviosa e ininterrumpida, justo, encima de su cabeza.
No es que quiera unirme a la masa de no fumadores intransigentes, pero un poquito de consideración por parte de los "chimenea" se agradecería.

sábado, 14 de noviembre de 2009

AGUERRIDA VEJEZ

Cuido estos días de mi hermana/amiga/madre; siempre la he querido más de lo normal. Ahora la veo mayor, frágil e incapaz de cuidarse a si misma. Se me parte el corazón cuando la veo andar por el pasillo torcida de dolor y encima hacia la izquierda que según dice, con sorna, nunca le ha gustado. Terrible vejez que me asusta tanto que me vuelvo una abuelita lanzadísima. Sólo la decrepitud y la dependencia me dan miedo en lo que a mi pareja y a mí concierne. También la salud de los que quiero que son muchos.
En cuanto a mí que me echen viajecitos en avión, pasando por el Triángulo de las Bermudas o peligros varios siempre que sean divertidos... Ya me pensaré algo ¿Tal vez planear una merendola no apta para diabéticos en una buena pastelería?
De momento mejor me tranquilizo, me ocupo lo mejor posible de mi hermana y hago el propósito de no decir tonterías y de no hablar con la boca pequeña.
La vida es muy bonita y nadie, ni el enfermo: mi hermana en este caso deja de disfrutar entre dolor y dolor de momentos de satisfacción y de disfrute.
Mañana mismo me la llevo al teatro. Le sentará bien. Seguro.