sábado, 15 de diciembre de 2007

ERÓTICO ma non troppo. CUENTO BREVE.

ERÓTICO, ma non tropo

EL TÚNEL Y AL FINAL LA LUZ

Sintió que todo acababa entre ellos.
Creyó morir, cerró los ojos y su vida, secuencia a secuencia, pasó ante ellos. Momentos de amor y placer ¡tantos! acumulados. Minutos, horas, meses después de toda una vida.
Revivió y con ella su amor. VIO LA LUZ

jueves, 13 de diciembre de 2007

Relato de Muchas Navidades...una tras otra.

Marta Salas nació hace unos cuantos añitos ya. Justamente en vísperas de Navidad, en su mes preferido: Diciembre.
Hubo una época en que la simple llegada del día de su cumpleaños, le suponía alegría y la predisponía a la felicidad navideña.
Al ser la más jovencita todos tendían a volcar en ella su cariño e ilusiones.
En su casa todo se hacía a la antigua usanza y sus padres no eran amigos de complicaciones. Ni árbol, ni zarandajas… Un Portalito y punto. Los días de fiesta se celebraban con una buena comida en familia y se esperaba con ilusión la Noche de Reyes en la que (eso si), todo el mundo tenía su regalito. Nadie allí gozaba de ninguna habilidad especial. Ni cantaban bien, ni nada de eso que otras gentes suelen hacer. Hablaban siempre con mucho humor y le sacaban punta a cualquier tontería para reírse.
El padre contaba casi siempre las mismas historias, que seguían año tras años haciendo gracia a todos. Echaban algún bailecito, levantando él la pierna a lo Charlot y los demás como podían, pero sin más.
Con eso de que era bastante más joven que los demás Marta se casó (a partes iguales) con 18 años y con un compañero de una hermana, mayor que ella. Ni que decir tiene, que seguían reuniéndose con los suyos cada Navidad por muy lejos que estuviesen (que lo estaban) y que todo siguió siendo hogareño y parecido los primeros años. Incluso mejor, un par de años más tarde cuando empezaron los hijos a nacer. Los de ella y los de sus hermanos.
Pero… LOS PADRES TIENEN A VECES LA MALA COSTUMBRE DE MORIRSE y éstos pues ¡Hala! Siguieron la tradición y uno tras otro se fueron. Demasiado jóvenes, por cierto. Sin superar apenas los 60 años.
Marta, dejó de ser la niña querida y pasó a ser la que hacía de anfitriona de los demás en Navidad, verano, etc.
Cuando faltan los patriarcas los cambios son tremendos, pero no radicales. Parece que su espíritu permanece haciendo de nexo de unión, durante algún tiempo todavía. El tiempo corrió y más Navidades pasaron, que siguieron pareciéndose a las anteriores.
Crecieron los unos y los otros. Estudiaban, trabajaban lejos y la vida se fue complicando.
El destino les deparó parejas a todos y cada cual contaba con sus padres correspondientes como está mandado.
De repente y sin casi notarlo, fueron siendo devorados por ese cambio de mentalidad que como la primavera” ha venido sin saber por qué ha sido” y la que llevaba el peso de la familia, Marta, se empezó a notar menos capaz de tirar ella sola de todo el jaleo: organización, compras, camas, comidas, nietos, etc. Aunque lo que más le pesaba era la tarea quijotesca de “desfacedora de entuertos” que siempre, alguno surgía, entre unos y otros.
CONCLUSIÓN: tanto Marta como su marido, ven llegar las Navidades con auténtico pavor y un terrible poso de nostalgia.
Como son, a pesar de todo, gentes de acción y dados a buscar soluciones, están pensando en la conveniencia de adoptar como suyo el detestable término “SOLSTICIO DE INVIERNO” sustitutivo del anteriormente preferido por ellos y por el resto de la humanidad: NAVIDAD y trasladarse el año que viene por estas fechas (solos o acompañados de personas de su misma generación, que tengan problemas similares) a las Bahamas o a cualquier otro sitio lo suficientemente lejano.
P.D. Pues no, tras profunda reflexión. Marta ha decidido, que una cosa es desahogarse y otra muy distinta, permitir que la NAVIDAD familiar, se vaya al garete. Así es que de lo dicho nada.
ÁNGELA MAGAÑA

jueves, 6 de diciembre de 2007

Cruel bondad que tanto obliga

Marta Salas, como cualquier mortal, tenía un padre y una madre. Buena gente, cultos y buenos educadores.
La madre no planteaba problemas. Tenía su carácter normal y era humana, cercana y accesible. Lo normal en una buena madre. Algunas frases suyas pervivieron en la cabeza de Marta, como cuando, por ejemplo le decía "Hija mía eres tan poco cotilla que eres antipática" y otras, más útiles para su vida futura, como cuando le aconsejaba que el día que se casase, (en aquel tiempo, era lo normal) se dejase de "ranciedades" para con su marido y que disfrutase, preferiblemente con él, lo más que pudiese. Ambos progenitores coincidían en aconsejarle que trabajase a la par de su pareja y no se limitase a ser ama de casa, si podía. Todo normal hoy, pero precursor en aquel tiempo y Marta tuvo años por delante para recordar con agradecimiento, cariño y alegría la mentalidad que le habían dejado como herencia.
El padre, en cambio, SI planteaba un problema. Increíble problema: LA BONDAD. Era tan amable y bondadoso, tan poco regañador y tan querido por toda la familia, capitaneada por la madre, que nadie quería disgustarle. Como resultado Marta era muy formalita y estudiaba como una cosaca (rarilla la cosaca en cuestión, ya que en general no era lo normal entre cosacos) y si le daban ganas de hacer lo que no debía, pensando en su padre, renunciaba. Con lo cual, el buen señor, sin proponérselo, era toda una autoridad en la familia.
Para que no resultase la susodicha familia, repipi y antipática Marta al hablar de su pasado y para compensar, se solía referir al hecho de que su madre, en cambio, cuando alguno de sus hermanos o ella misma (eran cuatro en total) no obedecía, los perseguia esgrimiendo un huevo de madera de los que se usaban para zurcir calcetines, para lanzarlo amenazadoramente. Ellos se defendían poniéndose delante de un frágil cristal con lo que el lanzamiento de huevo era eficazmente evitado. No se asunten Vds. eran simplemente... otros tiempos
ANGELA MAGAÑA

domingo, 18 de noviembre de 2007

AVATARES DEL DESTINO// AMOR IMPOSIBLE

Estas dos reflexiones están escritas en épocas diferentes; en la primera el ordenata era mi pesadilla, en la segunda no podía (no puedo) vivir sin él. 28/08/2007 Maquinita diabólica ésta. Se llama ordenador pero desordena .Se supone que almacena datos y conocimientos que uno mismo le proporciona, pero ¡No! Conmigo se porta fatal y me confunde y engaña. ¿Será porque rima con Magaña? ¿Será por malas artes de mi destino ya que nací durante un apagón y mis luces son poco luminosas?. Por añadidura su lentitud me exaspera y despierta mis más bajas pasiones, poniéndome al ciento veinte. Cuando espero que me hable en mi idioma, tan bonito y solo por fastidiar se dispara en inglés. ¿Qué he hecho yo para merecerlo? Pero, eso sí, la venganza también yo la almaceno en mi duro disco mental y aunque me hable en inglés, lo entiendo ¡No faltaría más! Y ahora: La pregunta clave. ¿Conseguiré vencerla (a la maquinita, claro) por el hecho de haber renovado mi matrícula en escritura creativa, para el año que viene? Eso espero y aprovecho para saludar a todos los que se unan a este ilusionante proyecto. Ángela Magaña UNOS MESES MÁS TARDE: Os habla la misma que no hace tanto tiempo protestaba, se quejaba y hasta gruñía: Groh, Groh (esto son gruñidos) por culpa de mis continuas enganchadas con el ordenador ¡Efímera actitud la mía! Me avergüenza confesar que al irme de Motril y dejarte, mi corazón enamorado llorará por las noches... de amor frustrado. Oh RATÓN, dulce ratón ¿que voy a hacer yo sin tí? Viviré sin vivir en mí o ¿no será para tanto? ¡Pues no, no será para tanto! Pero echaré de menos mi clase de escritura creativa y a todos Vds. ¡Hasta pronto! ANGELA MAGAÑA

sábado, 17 de noviembre de 2007

En el "RASTRO"

EN EL “RASTRO”
Un hombrecillo escuálido, paseaba lentamente por el “RASTRO” mirando los mil artículos esparcidos por el suelo, sobre unos mustios tapices. De todo había allí: gafas (más o menos enteras), ropas viejas, zapatos (a veces desparejados) y bibelots varios.
Interrumpió súbitamente su paseo y quedó clavado enfrente de un montón de dentaduras viejas que resultaban de lo más chocante. Ni corto, ni perezoso las fue cogiendo y una a una se las iba llevando a la boca, para probarlas. Encontró la que más o menos le convenía y se echó la mano al bolsillo en el que tras mucho hurgar, consiguió encontrar una moneda con la que pagó.
Los viandantes lo miraban atónitos y alguien dijo ¿Podrá Vd. comer con eso? A lo que él contestó “Si, si consigo algo a lo que hincar el diente”
ANGELA MAGAÑA

viernes, 16 de noviembre de 2007

Los Aconsejadores

Gentes diferentes, de mil clases. Hoy: LOS ACONSEJADORES.
Ese tipo de persona que sabe siempre lo que tienen que hacer los demás. Ejemplo: si tienes un grano en el trasero, eres diabético o cualquier cosa. Te dicen, por ejemplo: ”Tú, que viajas tanto, deberías ver a un médico en Estados Unidos” Muy asustado le preguntas ¿Para qué? “Te pueden poner allí una bomba de insulina”- Me la van a poner aquí-. “No, mucho mejor en los Estados Unidos” - Eso requiere durante mucho tiempo un seguimiento casi diario- “Tú, te la traes y que te la pongan aquí”. -Aquí está ese tema muy avanzado- “No, allí mejor” “Además, tienen una cosa que se lleva en la muñeca y…." Y tú- Si, el gluco watch, pero da alergias y no es verdaderamente eficaz, me lo mostró mi médico (de Granada, por cierto) hace año y medio- Nada, no los convences y siguen insistiendo, hablando (Vds. Perdonen) “al pedo”.
Me suele entrar la mala uva y se me ocurren cosas como –Vale, cojo un lápiz y sobre un mapa de los States y con los ojos cerrados apunto y hala!! Donde caiga: al médico”. Lo digo o me lo callo pero tengo la absoluta seguridad de que mañana volverá a aconsejarme y me dirá lo que tiene que hacer fulanito o quien sea con su farmacia, negocio, etc...
Sin olvidar el tema de los divorcios que, a este tipo de gentes, les gusta mucho y tienen Muy, pero que muy, dominado. Ellos, por descontado llevan mil años con su pareja a la que no aguantan...y a la que hacen la vida imposible, pero...NO.
"NO se debería haber divorciado, debería, debería, debería...."También usan el: "Lo que tienes qué hacer" ¡SABIDURÍA INFINITA! Pueden salir por peteneras o por fandangos, pero en su cabeza no cabe la duda. Lo saben todo.
ANGELA MAGAÑA

jueves, 15 de noviembre de 2007

SINGULAR VIENTO DE NAVIDAD

Era un pueblo, el mío por adopción porque lo adoraba, el de mi padre y mis abuelos, porque si, porque lo era. Se llamaba CERVERA del RÍO ALHAMA. Estaba rodeado de montañas e inmerso en un valle verde y rico en frutas con el sabor distinto de la niñez. La gente vivía del campo y de “la alpargata”. Los alpargateros instalados en las calles en sus bancos de madera, trabajaban y nos hacían reír a todos con sus charlas y sus bromas, pero eso era en verano y mi cuento... es de Navidad. El clima duro y la vida difícil hacían de los cerveranos gentes muy especiales, alejadas del aplatanamiento propio de lugares más cálidos. Cualquier acontecimiento como las fiestas del lugar o los actos religiosos se vivían con gran intensidad y con la participación de todos y cada uno de sus habitantes. Había mucha afición a cantar y ¡Qué voces tan bonitas! Los hombres, de madrugada, cantaban por las calles “Las Mañanitas” y aunque fuesen las seis de la mañana sonaban a cánticos celestiales y el madrugón, se daba por bien empleado. Pero esto era en verano y éste... sigue siendo un cuento de Navidad. No hay mejor “sonido”, en mi recuerdo que el de la nieve cuyo silencio y paz casi se oían en las calles y otra vez el de los coros en la Iglesia con esas voces graves que tanto impresionan.Las costumbres pintorescas, tampoco se me olvidan. Las gentes eran verdaderamente ingeniosas y las tertulias allí eran un placer. Teníamos un amigo, José Luís, que atravesaba una racha de misticismo por aquel entonces. Nos contaba, años más tarde, que estando él solo, en la iglesia vacía, reflexionaba, rezaba o lo que fuese sentado en un rincón, cuando entró un grupo de mujeres, de las típicas “ratoncillos de iglesia”. Entraron decididamente, en la capilla donde estaba la Virgen y dadas las fechas que se acercaban, solícitamente empezaron a arreglarla. El cuerpo de la imagen era simplemente un armazón de cañas, pero ellas púdicamente la rodeaban para protegerla de posibles miradas indiscretas. Cuando les pareció que ya estaba lista, vestida, pintada y bien guapa (pensaban ellas) y creyéndose solas, una a una se hacía abrazar por Ella, para lo cual las otras articulaban los brazos alrededor de la afortunada de turno, con el consabido crujido del armazón de la cariñosa Madre. Las mujeres después ¡Tan contentas! Claro.
Pasaron unos años, no muchos y este mismo observador silencioso, encontró la muerte, mientras paseaba por El Retiro, en Madrid, donde transcurría entonces su vida o lo que quedaba de ella. Alguien se acercó a pedirle un cigarrillo. No tenía ya que él, no fumaba y simplemente ¡Lo mataron!. Así por las malas y sin más discusión. Todos lo recordamos porque era majísimo y porque aquello: ¡fue tan injusto! Mingote en ABC hizo el consabido chiste macabro de que “No fumar, después de todo, no es tan sano” En fin… Otra costumbre del pueblo, que venía de lejos, era sacar al Niño Jesús de su capilla y llevarlo “de visita” a las casas donde había enfermos. Mi abuela (uno de ellos) a pesar de su enfermedad no perdía su alegría y recibía también a otros niños, que eran obsequiados con dulces y turrones. Nos juntábamos diez primos en la casa y algunos participábamos de la fiesta. Recuerdo cómo, a mi abuela se le saltaban las lágrimas de risa con las cosas de los unos y de los otros. Los villancicos resonaban también en el pueblo, pero el acompañamiento lo hacía un hombre que llevaba una especie de collar que parecía o era (no lo recuerdo bien) de huesos, que hacía sonar con otro que llevaba en la mano. En la Iglesia de Santa Ana, la del "Barrio de Arriba”, se preparaba con gran solemnidad la Misa del Gallo. La espiritualidad de la gente era profunda y la vivían con recogimiento y devoción. Uno de mis primos se había pasado con los turrones y sus tripas empezaron a hacerse notar en plena ceremonia.
La gente cantaba. La “Consagración” se acercaba. Sonó la campanilla que la anunciaba y un silencio emocionado lo llenó todo. Ese Magaña, que era mi primo, sufría. Miró a su alrededor: Allí estaba la gente más respetable, la más ilustre: el médico, Doña Ester (su mujer), mi abuelo, Luís “el Contente” (su mujer cortaba su labia excesiva a la voz de “Contente, Luís Contente”). Todos allí, PRESENTES. ¿Qué podía él hacer ante aquello que se removía por su barriga?... ¡Lo tenía! Apretaría fuertemente el culo contra la madera del asiento para atenuar y “lo que Dios quiera” pensó asustado”…. ¡Que ruido! ¡Que magnífica resonancia, mantenida, duradera y vibrante! Y después otra vez, el silencio, más profundo todavía. Aquella SONADA Navidad pasó, como cualquier otra. Igual pero distinta. De las de antes, con un Niño Jesús que predicar, no predicaba, porque era un bebé y solo sabía decir “gugu- tata”, como los demás bebés, pero que cuando fue creciendo estaba del lado de los pescadores y que además cuando fue mayor el primer Milagro que hizo fue convertir el agua en vino, en una boda; lo cual más que un milagro fue ¡UN DETALLAZO! Aquel Niño y aquellas navidades de antes, sin bengalas, bolitas de colores y pamplinas que maldita la falta que nos hacen a nadie, nos traen en cambio el recuerdo de la convivencia, las reuniones familiares, las comidas y los regalitos más humildes y más apreciados que los de ahora.En cualquier caso, la Navidad Ángela Magañaahora, es distinta y así hay que vivirla y ya que hemos hablado de vino, podríamos, pienso yo, acabar este cuento brindando.
Con un buen vinillo y como este cuento es de un pueblo riojano, pues: “¡QUE SEA RIOJA. POR FAVOR!” ¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Motril de mis Amores

14/11/2007. Miércoles
MOTRIL de mis AMORES.
Indudablemente, los motrileños nos queremos. Guardando las distancias, o sea, en cuanto me ha visto y sin esperar a llegar hasta mí, una señora me ha gritado: “¡QUÉ NO TE PONES VIEJA!” y luego más cerca ya, ha añadido:”¡con la pila de años que te conozco!”.
Nosotros, los no nacidos aquí, totalmente adaptados al medio, también nos comportamos así, más o menos… Hoy mi marido, le ha dicho a una chica joven y guapilla: “Tienes que ir a Rashid y que te quite esa verruga”. Al lado de la boca, la tenía. La respuesta ha sido. “Que no, que es un “piiisin” (la ortografía pretende ser la onomatopeya de nuestro típico acento). En descargo suyo tengo que decir, que el piercing en cuestión iba disfrazado, porque parecía auténticamente, una verruga.
¿Cómo me voy a ir de Motril? ¡DIOS MÍO! ANGELA MAGAÑA

domingo, 11 de noviembre de 2007

Antonio Fraguas "FORGES"

Esta mañana, por la radio, he oído a Forges hablar del humor. Decía que se da este fenómeno en la gente "sobrada" de sensibilidad y con una cierta debilidad.
He pensado si mi venilla de acidez en la escritura, riéndome de mí misma para empezar y un poco de los demás también, no será mi válvula de escape. Me temo que si. Éste Forges siempre da en el clavo. ANGELA MAGAÑA.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Hedonismo

Esta mañana, durante nuestro paseo cotidiano al mar, hablábamos mi marido y yo de OSCAR WILDE, representante del hedonismo. Pensaba yo que este autor ameno, buen pensador y magnífico, que se atrevió a tocar en su obra “Retrato de Dorian Grey”, el tema eterno y clásico de la venta del alma al diablo, aborda en sus novelas el tema del placer. El placer que nos llega por los sentidos. (Eso es el hedonismo) Habiendo vivido él en la época en que vivió, inmerso en una moral provinciana, no creo que el pobre hombre sea un buen representante de aquello que preconizaba. Para empezar, nosotros (los de le era del orgullo gay), tenemos que intentar imaginar lo que tuvo que ser su vida. Él, que era homosexual, se casó, quizá como tapadera, con una mujer a la que parece que quiso y con la que tuvo dos hijos. Enamorado locamente de otro joven escritor, que lo llenó de deudas además de estar engatusado casi siempre por otros jóvenes más parecidos a él en edad, fue a dar con sus huesos en la cárcel, donde no creo que obtuviese, placer sino más bien todo lo contrario, hasta el punto de que murió en su encierro y en la más absoluta miseria.
En nuestro mundo de hoy, no es la gente más pudiente la más feliz. Y aquí es donde encontramos depresiones, ansiedades y preocupaciones por un futuro que en realidad no sabemos si va a llegar o si ya está aquí. Pienso a veces que la sonrisa de los niños de otros mundos más primitivos y el vivir el momento, de las gentes humildes es más profundo y conlleva más paz que nuestros excesos. Estoy leyendo la vida real y actual de un misionero de Menorca que está ahora en GHANA y compara el estado de ánimo de las gentes que él trata, en África, con las continuas y tontas preocupaciones de las gentes de su amada, (también) isla en Las Baleares
Conclusión. Todo está mal repartido. Ansiolíticos y calmantes a manta en nuestro primer mundo y hambre con sonrisas (no siempre) en el tercero. ANGELA MAGAÑA.

El Peligro de las Fajas de Cuello Alto.

EL PELIGRO DE LAS FAJAS DE CUELLO ALTO. Érase una vez, una tienda de un pueblo, ni muy grande, ni muy chico. La gente no tenía allí el nerviosismo ni las prisas de las grandes capitales, por eso me chocó más el hecho de que la señora que estaba comprándose una faja y eligiendo entre varias (tipo: antídoto contra la lujuria, todas ellas), se mostrase tan hostil con los demás. Como tardaba en decidirse y se tenía que probar, cosa que yo me imaginaba súper dificultosa, le pedí permiso para comprar yo antes, una caja de alfileres. Airadamente me silbó un amenazador “a esperar”. El caso es que la señora no era exageradamente gorda, entradita en carnes pero no tremenda. Ella no, pero la faja que tenía algo de siniestro, sí… Me dio por mirarle a los ojos y vi, en ellos, preocupación e inquietud. ¿Por qué? ¿Quién? ¿Qué enemigo la inducía a meterse allí dentro, a ponerse ese instrumento de tortura? Pensé que aquello debía ser para ella, además de un suplicio, un elemento separador que la alejaría de sus seres más queridos.
Posiblemente tendría un marido que le resultaba todavía apetitosillo, pero la faja no le permitiría el más ligero acercamiento.
Juzgamos, pero no sabemos las verdaderas razones de la amargura de los demás.
En los tiempos que corren vive uno asustadillo: terrorismo, atracos, fanatismo islámico, infartos que, de repente te enteras, han dado a tu vecino, etc. Todo esto se borró de mi mente y me sorprendí pensando en lo que podía pasar cuando la señora se quitase la faja y se le desparramasen a un tiempo las carnes y el mal humor. ¿Y si le daba a alguien? ¿Podría haber víctimas? En fin, nunca se sabe, pero siempre, hay que conservar la esperanza y no perder la fe en Dios. ANGELA MAGAÑA

El PENSADOR y yo.

Cavilaciones.
El famoso Pensador del famoso RODIN y yo: almas gemelas. Él, dadas sus circunstancias, un poco más frío. Pero su cabeza, posiblemente, herviría como la mía, ante problemas existenciales que, las gentes como “nosotros”, nos planteamos.
Felicidad, infelicidad, algo efímero para mí. Cambio de estado de ánimo con facilidad. Soy el colmo de la incongruencia. Un día al aire libre, al lado del mar, en la montaña… me llenan de satisfacción. Un día en una ciudad con sus mil posibilidades a mi alcance, lo mismo.
Después de mi confesión. ¿Qué cualidad me ha de gustar, sino es la versatilidad? ¿Qué me puede hundir más, que el aburrimiento? Que, a todo esto, me pregunto: ¿existe?
Mi personaje favorito, puede ser cualquiera. En este momento, mi autor favorito es NAGUIR MAHFOUZ , que fue Premio Nobel de literatura en 1988. Estoy leyendo una obra suya y mi admiración, no tiene límites. ¡Sus personajes! Cómo plasma le época y sociedad que describe y como deja determinada con precisión la personalidad, con todo lo que esto comporta, de cada uno de ellos.
La música que prefiero, como no, también depende de mi misma. Clásica tranquila para estudiar. Con mucho ritmo si estoy sola y alicaída, la barroca…toda. Hablando de música, que hay de igual riqueza que la polifónica. Puede ser un placer, pero también soporífera y ¿que hay del Flamenco? Nueve años en Huelva...marcan.
Resumiendo y definiéndonos al Pensador y a mí misma, somos del tipo:
"NI SI NI NO, SINO TODO LO CONTRARIO". ¿Está claro? ÁNGELA MAGAÑA

miércoles, 31 de octubre de 2007

La Frialdad de la Muerte

31.10.07. Se acaba el mes, uno más y es miércoles.

Leo en el Blog “Otra vez Prometeo”: Todos los Santos.
Me retrotrae al doloroso primer contacto que tuve yo, con la muerte. Yo estaba embarazadísima y vivía en Huelva, lejos de mi familia de Madrid. Todos me ocultaban que mi padre se moría muy joven (60 años) y muy de repente. Lo operaron y en seis días se murió. Me dijeron que estaba “enfermo” y nos fuimos hacia allí. Al llegar el portal de mi casa en “Reina Victoria” tenía uno de los portones cerrados. Único significado para eso, solo uno, costumbre de Madrid.
Yacía en su féretro y yo acostumbrada a sus manos largas, limpias y calientes, me acerqué a cogerle una. Descubrí de golpe la frialdad y rigidez de la muerte. ¡QUÉ DOLOR! Dolor que no pasa, ni pasará nunca. No se ni cómo he podido contarlo… Quizá porque sois mis amigos.
ÁNGELA MAGAÑA.

domingo, 28 de octubre de 2007

Otro Rayo de Luna

Releo "El rayo de luna" de Bécquer, me trae recuerdos de la época lejana en la que tanto me gustaban "Las Rimas" "Las Leyendas" y los mil libros románticos que me apasionaban entonces. He cambiado, ya no me convierto yo misma, al leer, en el "Manrique" enamorado del amor y loco en sus ensueños. Yo, ya se que el amor es mucho más que un rayo de luna. No se me parte el corazón por ello. Lo prefiero así. Duro clamor de lucha él del amor de cada día, amor real que da fruto y no se muere de melancolía a la luz de un rayo de luna, en un cementerio sombrío. Morir puede, de cansancio y desamor, si no se alimenta, pero cuando pervive en lo cotidiano y no pierde su fulgor de rayo de luna o de sol, es todavía más legendario, amoroso y brillante.
ANGELA MAGAÑA.