jueves, 1 de septiembre de 2011

PRIMERAS LLUVIAS

Primeras lluvias.
Calor, calor y más calor y hoy… ¡La sorpresa! Un precioso día de lluvia ¡Un regalo!... y la sensación de que llega el otoño.
Repaso lo que ha sido mi verano y hago recuento de lo que sí y de lo que no quiero que se repita. El estar juntos y disfrutar de los niños… me gusta, los críos cambian rápido y los vemos tan poco ¡poquísimo, diría yo! Viven, nada menos que, en Méjico con lo que sus visitas anuales se reducen a dos. Los ancianitos sabemos lo poco que dura la niñez y lo irrepetible que es: la inocencia y la gracia de los niños es irrecuperable una vez que se ha ido. Quizá sea una simpleza decirlo por su evidencia, pero requiere una pequeña reflexión.
No me gusta: constatar que los años no pasan en balde y que me canso cada vez más del ajetreo añadido y lo que es peor de no poder ir, yo también a disfrutar de playa y de todos ellos. ¡Castigada en casa a guisotear, ordenar, limpiar y ocuparse del abastecimiento y a cuidar de los mayores, (más mayores todavía) que también los hay!
Una decisión firme recién tomada: No discutir hasta el punto (como en el chiste) de ponerme gorda si es necesario, evitar a toda costa las estúpidas discusiones tontas que surgen a veces. En términos toreros: no entrar al trapo. Que la pared es verde y yo la veo blanca, pues verde que es!!! (Es sólo un ejemplo ¡Claro!) Y me recrimino a mí misma por mema y por no haberlo decidido hace cuarenta añitos.
En resumidas cuentas que después del esfuerzo hecho y del derroche de energías y de todo lo demás, que me quede por lo menos buen gusto de boca ¡Con eso me conformo!
P.D.
ME TEMO QUE NO SOY UNA MUJER ABNEGADA (odiosa palabreja. por cierto)