Al menos para las mujeres tiene mejor gusto…pensó y lo contempló con fruición ¿Qué tenía aquel hombre? Mimetismo verbal hecho realidad. Su nombre: CRISPÍN LÍPIDO Y SULFUROSO. La “y” la añadió, él mismo, cuando hizo las tarjetas de invitación. Los horribles cuadros colgaban de las paredes y un ramillete de jóvenes los contemplaba con cara de entender algo: o ¿Sólo se preguntaban si estaban colgados del revés?
Lo vio ir al salón con la más esplendorosa. Pensó: “van al sofá de cabeza”, no se inmutó. Ella: DULCE PLÁCIDA BENIGNA, era la elegida. Juntos eran pasión enloquecida, puro fuego…éxtasis.
ÁNGELA MAGAÑA.
martes, 30 de diciembre de 2008
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